Las puertas de la Legislatura porteña de la calle Diagonal Sur se abrieron una hora después de lo pautado. Los primeros fanáticos en entrar habían llegado a la puerta del edificio a las 4 de la tarde. En el lugar, a medida que fueron pasando las horas, se sucedieron los aplausos esporádicos y los cánticos con los temas de Soda Stereo y Gustavo. Un homenaje grupal, casi tribal, que los seguidores del músico realizaron en una ceremonia colectiva.
Sin embargo, puertas adentro, la ceremonia de despedida había empezado más temprano: las autoridades dejaron que los familiares y amigos íntimos de Cerati lo despidieran a solas en el Salón de Honor del edificio Porteño.
Sus hijos, Benito y Lisa estuvieron junto al féretro desde temprano. También estaba su madre, Lilian Clark. "Siento que está aliviado. Nosotros estamos recién procesando la noticia, pero creemos que él ya está en paz", le dijo a Clarín Laura, la hermana del líder fallecido de Soda Stereo.
Mientras tanto, comenzaron a llegar las personalidades del mundo de la música a darle el último adiós a Cerati. Unos de los primeros en arribar fueron los Illya Kuryaki and the Valderramas, Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur. "La primera vez que vi a Soda Stereo fue en un festival en los '80, donde también tocaba mi viejo. Cruzármelos fue como ver a unos súper héroes", dijo Dante, recordando el look de aquel momento de los Soda Stero."Vinimos porque hay que apoyar a la familia, en especial a Benito y Lisa. Es una gran pérdida para la cultura de Latinoamerica. Ahora está mejor se liberó del cuerpo. Es una gran perdida más allá de lo humano", añadió el hijo del Flaco Spinetta, hablando tanto por él como por su compañero Emmanuel Horvilleur.
Otro que lo recordó fue el músico Fena Della Maggiora, que aseguró que con Cerati fueron amigos durante treinta años y que crecieron casi a la par. "Ensayábamos en salas contiguas", dijo recordando viejos momentos. "Siempre esperé que se despertará. Lo sueño mucho", afirmó.
Otros que se acercaron a poco de abrir las puertas de la Legislatura fueron el músico Pedro Aznar, la Secretaria de Cultura de la Nación, Teresa Parodi; el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi; y la primera esposa de Cerati, la ex modelo chilena Cecilia Amenábar.
El desfile de fanáticos que subían las gradas del primer piso de la Legislatura era interminable (al momento en que se abrieron las puertas había más de quince cuadras de cola). Allí arriba se encontraba el cajón cerrado, que los fanáticos bordearon, en un mar de lágrimas, y dieron el último adiós en pocos segundos, algunos dejando flores, otros aplausos.
El único pedido fue que ninguno tomara fotos con sus teléfonos celulares. A la derecha del féretro, tras unas puertas de vidrio cerradas, estaban su madre, sus hijos, su hermana y sus amigos, que mientras lloraban a Gustavo recibían el afectuoso y respetuoso aliento de la gente.
Fuente: El Clarín
No hay comentarios.:
Publicar un comentario