El “encantador de perros” César Millán fue demandado por una de las empleadas que trabajaba en su centro de rehabilitación para canes por explotación laboral, señala la página electrónica abc.es.
Adriana Barnes, demandante que cumplía la función de directora de la instalación denominada Dog Whisperer, afirmó que fue sometida a jornadas de hasta 12 horas de trabajo en las que no tenía “derecho a descansar, ni siquiera para comer”.
Barnes contó que la mayoría de los empleados de Dog Whisperer no contaban con experiencia en el área de veterinaria, por lo que todo el trabajo “recaía” sobre ella. Además, manifestó que durante su experiencia en el centro sufrió mordidas de perros en su cuerpo en cinco ocasiones diferentes.
La demandante busca una compensación monetaria por los daños a su persona, ya que su despido causó una situación que le llevó a sufrir un ataque de ansiedad.
Fuente: La Razón
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