La familia de Amanda Bynes esperaba lo mejor, pero al final lograron detectar señales de había problemas en camino…
Una fuente cercana a los familiares de la actriz, contó en exclusiva a E! News que los padres de la estrella realmente creían que ella estaba bien, casi un año después de su último impase con la ley que terminó en su hospitalización involuntaria y seis meses de rehabilitación.
“Ellos realmente creían que Amanda estaba bien durante el primer y segundo semestre de sus estudios, e incluso ella obtuvo calificaciones estelares”, dice la fuente.
Bynes (28), había completado el primer año en el Fashion Institute of Design and Merchandising en Irvine, California, y vivía cerca del campus.
Desde sus problemas el verano pasado, había estado custodiada por sus padres, Rick y Lynn. Ese período de custodia terminó el 10 de septiembre, y, según nuestro confidente, la familia Bynes percibió que algo estaba mal. “Los primeros signos de problemas llegaron días después de que terminó su cuidado”, informa la fuente agregando que Rick y Lynn nunca recibieron reportes de ningún problema de Amanda en la escuela.
Sobre la posibilidad de que sus padres asuman nuevamente las riendas de los asuntos legales y médicos de Amanda, el confidente explica: “Una vez que la custodia ha vencido. Ha vencido. Eso significa que el proceso debe comenzar nuevamente. Pero no puede comenzar con los cargos de conducir bajo la influencia del alcohol. Va a requerir hospitalización psiquiátrica nuevamente. Ella no ha llegado allí de nuevo”.
¿Y cómo está su relación ahora? Rick Bynes declaró a un camarógrafo de x17 ayer que él y su esposa no saben dónde está Amanda. “Sabemos lo mismo que ustedes”, afirmó.
Ahora, “sus padres están haciendo seguimiento de ella a través de varias personas. Están viendo qué hace, sus gastos y por dónde conduce. Esencialmente ella pudo ocultar sus malas calificaciones y todo fue en picada. Ellos de verdad querían creer que estaba siendo honesta y mejorando”.
Bynes apenas había recuperado su licencia en abril, luego de que ésta hubiera sido suspendida durante un año. En fotos tomadas en su secundaria, se veía feliz y saludable.
A principios de abril, su mamá aseguró que Amanda no tenía “ningún tipo de enfermedad mental”, y que lamentaba mucho “los hirientes tweets, declaraciones y acciones que ocurrieron mientras su hija estuvo bajo la influencia de la marihuana”.
Amanda fue arrestada por conducir en estado de ebriedad por segunda vez en 29 meses, a las 3:00 am el domingo, luego de ser detenida por una patrulla de la California Highway Patrol.
Un oficial sospechó que estaba “bajo la influencia de alguna sustancia” y la detuvo.
Bynes, quien se encuentra en libertad condicional debido a sus cargos previos, fue dejada en libertad a las 12:44 pm de ese día, y debe asistir a la corte el 23 de octubre.
Un vocero de las autoridades confirmó a E! News que los policías sospecharon que ella estaba “bajo la influencia de algún estimulante”.
Fuente: E!
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