El fin de semana pasado, se realizó un gran concierto en el Central Park de Nueva York. Al evento acudieron numerosos artistas conocidos, pero una de las actuaciones más esperadas era la de Beyoncé junto a Jay Z.
Sin embargo, la cantante tuvo que pasar casi la totalidad del show sujetando su blusa blanca. Pues su vestuario comenzó a desabrocharse a pocos minutos de iniciado el evento.
Mientras Beyoncé cantaba HolyGrail y se desataba con esa energía tan característica, su blusa, elegante y ajustada al máximo, se abrió dejando ver su sujetador color carne.
La artista se percató e intentó volver a poner en su lugar el vestuario, pero este siguió dándole problemas durante toda la presentación. Tuvo que terminar la canción cubriéndose con una mano el pecho para no mostrar de más.
La cantante de 33 años, que ya sufrió cuando su cabellera quedó atrapada en un ventilador durante una actuación, siguió cantando y con un gesto que parecía parte de su gestualidad, cerró el vestuario, dejando el incidente en una anécdota sin más trascendencia.
Fuente: La República
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