“True Blood”
1 Ninguna serie en seis años ha logrado capturar la irreverencia, erotismo y sofisticación de True Blood. Ninguna. La razón es sencilla, sus responsables son personas alejadas de lo común, tanto dentro como fuera de la pantalla, desde su creador, Alan Ball, hasta su elenco.
Anna Paquin
2 ¿A qué me refiero? A la manera en como Anna Paquin (Sookie) y Stephen Moyer (Bill), protagonistas de la serie y pareja en la vida real, decidieron promocionar el lanzamiento de esta última temporada: dejando en claro que son tipos muy abiertos en cuestiones sexuales.
Stephen Moyer
3 Ya sea Paquin posando desnuda para la portada de EW, o Moyer (director del primer episodio de la séptima temporada) declarando que gracias a este trabajo, como pareja, han ido a donde muchas personas no tienen la oportunidad de ir. Así de abiertos, así de divertidos.
Final
4 Y justo así es True Blood, un show que no se ha dejado vencer por la susceptibilidad y que juega todo el tiempo con el sexo, sin dejar a un lado su sentido crítico de la sociedad actual a través de la metáfora. Mantiene equilibrio perfecto entre fondo y forma.
Vampiros
5 El primer episodio estrenó el domingo por HBO. Si no lo ha visto, no se preocupe, la recomendación es que vuelva a las seis temporadas anteriores, porque desde el minuto uno hay conexión con todos los personajes principales. True Blood llega a su fin intacta, genial.
Fuente: Milenio
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